El principio de conservación de la energía dice que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Por lo tanto, la energía no la podemos "fabricar". Vas ahora a reflexionar sobre la procedencia de la energía que consumimos:
La energía que utilizas para moverte la obtienes de los alimentos. Piensa: ¿de dónde procede la energía que contienen los alimentos?.
Para mover el coche se utiliza la energía de los combustibles fósiles. Piensa: ¿de dónde provienen los combustibles fósiles? ¿De dónde proviene entonces la energía que contienen?
Para producir electricidad se utiliza muchas veces la energía del viento. Piensa ¿De dónde saca el aire la energía para moverse?
También es común la producción de electricidad a partir de caídas de agua en los cursos de los ríos ¿De dónde saca el agua la energía para subir a una montaña y luego "caer" a lo largo de un río?
La energía que utilizas para moverte proviene de los alimentos. La energía de los alimentos de origen animal proviene en último término de las plantas, que los animales hervíboros son capaces de asimilar. Y, en último término, las plantas obtienen la energía del sol, a través del proceso de la fotosíntesis. La energía que utilizas para moverte proviene del sol.
Los combustibles fósiles provienen de la descomposición de restos de vegetales que vivieron hace millones de años. Como las plantas obtienen la energía del sol, la energía contenida en los combustibles fósiles proviene del sol.
El viento se produce cuando el sol calienta un área determinada de la atmósfera. El aire caliente tiende a elevarse, y el "hueco" que deja lo rellena el aire de alrededor. De esta manera se produce el viento. La energía del viento también proviene del sol.
Para que el agua pueda subir una montaña debe primero evaporarse, generalmente en las grandes masas que son los mares y océanos. Al evaporarse aumenta la humedad en la atmósfera, y se forman nubes que eventualmente darán lugar a lluvia en algún lugar elevado. El calor para que el agua se evapore proviene también del sol.